En un mundo donde el acceso al agua es cada vez más limitado y costoso, permitir que se evapore sin control desde depósitos abiertos es un lujo que ninguna industria, comunidad agrícola o planta de tratamiento puede darse. La evaporación no solo representa una pérdida directa de recursos, sino que desencadena una serie de problemas secundarios: concentración de contaminantes, proliferación de algas, emisión de olores desagradables, daño ambiental y aumento en los costos operativos.
Por eso, contar con un sistema efectivo para controlar la evaporación ya no es una opción... es una necesidad crítica. En este artículo te explicamos los diferentes métodos de conservación, cómo funcionan y cuál es la mejor solución para proteger el agua en depósitos abiertos.
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¿Sabías que las pérdidas por infiltración y evaporación son de más del 60% del agua que se almacena para uso agrícola?.1
Evitar la evaporación implica crear una barrera física o química entre la superficie del agua y el ambiente exterior. Esto puede hacerse mediante estructuras, aditivos o cubiertas que limiten el contacto del agua con el viento, el calor solar y el aire seco. El objetivo es conservar la mayor cantidad de agua posible, especialmente en sectores donde cada gota cuenta.
Son estructuras más complejas y costosas, pero también efectivas. Requieren mantenimiento constante y suelen aplicarse en plantas industriales o almacenamiento de productos químicos.
Los sistemas de cubiertas flotantes de diversas geometrías son módulos que flotan sobre la superficie del agua y se ensamblan automáticamente para formar una capa continua. Bloquean la exposición al sol y al viento, lo que reduce drásticamente la evaporación, y además:
Se trata de películas líquidas que flotan sobre el agua. Son menos costosas a corto plazo, pero requieren reaplicación constante y pueden afectar la calidad del agua, por lo que no son ideales para aplicaciones agrícolas o de consumo.
Cuando se trata de mitigar la evaporación en depósitos abiertos, los sistemas de cubiertas flotantes ofrecen una de las soluciones más eficientes, versátiles y duraderas del mercado. Estas cubiertas actúan como una barrera física flotante, que se adapta a la superficie del líquido sin necesidad de estructuras complejas ni mantenimientos intensivos.
Diseñadas para flotar y ensamblarse automáticamente, estas cubiertas forman una capa continua que reduce al mínimo la exposición del agua al sol y al viento —los principales responsables de la evaporación—. Además, sus diseños les permiten cubrir desde pequeños tanques hasta grandes embalses, sin importar la forma o tamaño del depósito.
Pero sus beneficios van mucho más allá de conservar el agua:
Gracias a su alta resistencia y facilidad de instalación, los sistemas de cubiertas flotantes son ideales para sectores como la agricultura, la minería, el tratamiento de aguas y la industria química.
En resumen, si buscas una solución confiable, de bajo mantenimiento y con beneficios múltiples, estas cubiertas son una inversión estratégica para proteger uno de los recursos más valiosos: el agua.
En LDM contamos con soluciones eficaces para el control de evaporación, adaptadas a las necesidades de distintas industrias. Si estás buscando materiales de calidad y tecnologías que impulsen proyectos sostenibles y eficientes, nuestro equipo está listo para ayudarte.
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Referencias
https://sai.la/es/agua-aguas-residuales
1 https://www.gaceta.unam.mx/crisis-agua-industria/