Elegir la tubería plástica adecuada no es solo una cuestión de precio: es una decisión técnica que impacta la seguridad, la eficiencia y la vida útil de cualquier proyecto, ya sea en minería, construcción, industria o instalaciones residenciales. Una selección acertada reduce fugas, minimiza mantenimientos y asegura continuidad en las operaciones.
En LDM, como especialistas en soluciones plásticas, te compartimos los puntos más relevantes a tomar en cuenta antes de elegir.
El primer aspecto a considerar es el uso específico que tendrá la tubería:
Cada entorno exige un material con propiedades particulares, como resistencia a la presión, tolerancia a la corrosión o certificaciones sanitarias.
Dentro de los plásticos más comunes se encuentran el PVC, PVDF, HDPE y PP, cada uno con ventajas y limitaciones:
Conocer la composición es esencial para garantizar compatibilidad con el uso final.
En sectores como el de agua potable o la industria química, es indispensable que la tubería plástica cumpla con normas de seguridad y calidad, estas regulaciones aseguran que el material mantenga la integridad de los fluidos y resista las condiciones de operación previstas.
Agua Potable: La tubería debe contar con certificaciones como la NSF/ANSI 61, que garantiza que el material no liberará contaminantes al agua.
Aplicaciones industriales: Debes verificar que la tubería cumpla con las normas ASTM (American Society for Testing and Materials) u otras normas internacionales relevantes para la presión, temperatura y resistencia química requeridas.
Códigos de construcción locales: Cada región tiene sus propios códigos. Lo que es aceptable para plomería residencial en un país puede no serlo en otro. Siempre hay que verificar la normativa local.
No todas las tuberías enfrentan las mismas exigencias. Algunas deben soportar altas presiones, mientras que otras requieren tolerar temperaturas extremas o sustancias corrosivas. Evaluar estas condiciones garantiza que el sistema no sufra fallas prematuras ni represente un riesgo para el proyecto.
La elección de la tubería también influye en la rapidez y costo de instalación. Existen materiales ligeros y flexibles que reducen la necesidad de uniones o maquinaria especializada, lo que significa ahorros en mano de obra y tiempos de ejecución. Asimismo, las tuberías plásticas suelen requerir menos mantenimiento que las metálicas, lo que se traduce en beneficios a largo plazo.
Elegir la tubería plástica adecuada implica analizar el tipo de aplicación, el material de fabricación, las normativas, la resistencia y la facilidad de instalación. Una decisión informada no solo garantiza el rendimiento esperado, sino que también extiende la vida útil del sistema y optimiza los recursos invertidos.
En LDM contamos con un catálogo de tuberías plásticas diseñadas para cubrir necesidades en sectores como la construcción, minería, industria química y agrícola. Nuestro equipo de especialistas puede orientarte en la selección del material que mejor se adapte a tu proyecto, asegurando calidad, seguridad y eficiencia en cada instalación. Contáctanos.